Primera guerra mundial y Revolución Rusa

La primera guerra mundial fue un enfrentamiento armado en el que participaron los países de mayor desarrollo y  las grandes potencias industriales y militares de Europa, se inició en 1914 y finalizo en 1918, en esta guerra se crearon dos frentes, la Triple Entente que estaba formada por Francia, Inglaterra y Rusia y la Triple Alianza, integrada por el Imperio Alemán, el Imperio Austrohúngaro y Italia, aunque después se incorporaron potencias en ambos bandos.

Este enfrentamiento tuvo una causa principal que fue el imperialismo, es decir,  el deseo de todos estos países de expandirse y conquistar territorios. Sin embargo, el verdadero causante de la guerra fue el asesinato del archiduque Francisco Fernando (heredero del imperio austrohúngaro). Este suceso provocó un conflicto diplomático que desemboco en una declaración de guerra del imperio austrohúngaro a Serbia en 1914.

Rusia movilizó su ejército para ayudar a Serbia, por lo que Alemania le declaró la guerra a Rusia. Francia entró en la guerra ya que tenía una relación de alianza con Rusia antes de todo esto. Por último, Reino Unido se unió para evitar que se continuara el avance y conquistaran Francia cuando Alemania invadió Bélgica. En todo este desarrollo se pudieron diferenciar dos frentes: El frente occidental, Alemania contra Francia y Reino Unido que consistió en una guerra de desgaste en trincheras (1915-1916) durante este proceso Italia, país aliado de Alemania y del Imperio austrohúngaro, se separó de estos, y se unió a la Triple Entente y el Frente Oriental, Alemania y Austria-Hungría contra Rusia que consistió en una batalla de caballerías que acabó con la monarquía del país en la llamada Revolución de Febrero.

La Revolución de Febrero marcó la primera etapa de la Revolución Rusa de 1917, causó la abdicación del  zar Nicolás II, puso fin a la monarquía Rusa y llevó a la formación de un gobierno provisional. Los soviets formados por los obreros y sectores socialistas más radicales dejaron al gobierno provisional realizar sus funciones, aunque más tarde los soviets se fueron separando y dio lugar a una lucha de poderes. Esto terminó desembocando en la revolución de octubre, segunda etapa de la Revolución Rusa, en la cual el partido bolchevique (formado por los trabajadores soviéticos) dirigidos por Lenin derrocaron el gobierno provisional y constituían un gobierno socialista. La Revolución de 1917 marcaba así el inicio de una  nueva etapa para la URSS